Netanyahu emitió una declaración a la prensa este domingo antes del regreso de los rehenes a Israel dentro de unas horas, como parte del acuerdo con Hamás.
“Esta es una noche emotiva. Una noche de lágrimas, una noche de alegría, porque mañana nuestros rehenes regresarán a casa. Es un acontecimiento histórico que mezcla el dolor por la liberación de los asesinos y la alegría por el regreso de los rehenes. Es un acontecimiento histórico; hubo quienes no creyeron que sucedería. Pero nuestros soldados creyeron. Muchos en la nación creyeron. Y yo creí”, comenzó Netanyahu.
“Sé que hay muchos desacuerdos entre nosotros. Pero hoy, y espero que también en el futuro, tenemos todas las razones para dejarlos de lado. Porque mediante esfuerzos conjuntos logramos victorias tremendas. Victorias que asombraron al mundo entero. Y quiero decir: dondequiera que luchamos, ganamos”, añadió el primer ministro. Al mismo tiempo, debo decirles: la campaña no ha terminado. Aún enfrentamos grandes desafíos de seguridad. Algunos de nuestros enemigos intentan reagruparse para atacarnos de nuevo. Y como decimos entre nosotros: ‘¡Estamos en ello!’”.
Netanyahu también señaló: “También existen grandes oportunidades que no conocíamos, precisamente gracias a las victorias que obtuvimos. Estoy convencido de que, mediante esfuerzos conjuntos, superaremos los desafíos y aprovecharemos las oportunidades”.
Se refirió a las familias de los rehenes y dijo: “Durante la guerra, mi esposa y yo nos reunimos muchas veces con las familias de los rehenes. Vimos su dolor, su anhelo, sus lágrimas. Esos encuentros me acompañaron en cada decisión que tomé durante la guerra. Abrazamos a las familias y les prometí: ‘No descansaré hasta traer de vuelta a sus seres queridos’”.
El Primer Ministro también agradeció a los soldados y a las familias de las víctimas. “Deseo agradecer a los soldados de las FDI, a los comandantes, a las fuerzas de seguridad, a las familias de las víctimas que perdieron a sus seres más queridos, a nuestros heroicos heridos que llevan su dolor en cuerpo y alma, y quiero agradecerles a ustedes, ciudadanos de Israel. Ustedes que se mantuvieron firmes, día tras día, con amor por nuestro estado y fe en la rectitud de nuestro camino.
“Mañana es el comienzo de un nuevo camino. Un camino de reconstrucción, un camino de sanación y, espero, un camino de unión de corazones. Juntos seguiremos fortaleciendo nuestro país, juntos seguiremos prevaleciendo y, con la ayuda de Dios, juntos aseguraremos la victoria para Israel“.