El Gobierno de Jerusalén cargó con dureza contra Irán, al que acusó de estar detrás de los atentados contra objetivos judíos en Buenos Aires, y sostuvo que el fallecido fiscal Alberto Nisman «pagó con su vida» su intento de llegar a la verdad, durante un acto en homenaje a víctimas del terrorismo.
En un clima de distanciamiento entre Argentina e Israel, la embajada de Israel en Buenos Aires conmemoró el 23 aniversario del atentado contra su sede, en el que fueron asesinadas 29 personas, con la polémica ausencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, denunciada por Nisman por encubrimiento de terroristas iraníes.
«Los perpetradores del atentado fueron entrenados y financiados por Irán», denunció el ministro de Agricultura, Yair Shamir, que encabezó el acto en nombre del Gobierno israelí.
Shamir afirmó que a los atentados contra la embajada y el centro comunitario judío AMIA se suma «una nueva tragedia, con la muerte del fiscal Nisman, que pago con su vida el intento de llegar a la verdad».
Nisman, fiscal especial del caso AMIA, fue encontrado muerto en su casa, con un tiro en la cabeza, el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la mandataria argentina por encubrimiento de los sospechosos iraníes del atentado.
«La investigación de la AMIA demostró, tal como fue publicado en el informe Nisman, que detrás del atentado estaban Irán y su brazo armado, Hezbollah», añadió el ministro.
Argentina e Israel, continuó, «somos víctimas del terror movilizado por un odio ilimitado. Estos crímenes deben ser investigados sin descanso hasta llevar a los despreciables perpetradores ante los tribunales para que se haga Justicia».
En una entrevista concedida al diario La Nación, el ministro fue más allá y confió en que «el próximo Gobierno (argentino)», que saldrá de las urnas en octubre, «no pacte con Irán», país al que calificó como «un socio terrorista y poco confiable».
«Hay una cosa segura de la que no dudamos: si uno negocia con Irán siempre va a encontrar problemas, porque no es el socio adecuado. Irán nunca cumple lo que promete. Nosotros nunca haríamos acuerdos con ellos. En Argentina deberían tomar en consideración la opinión de un amigo como Israel en este tema», agregó en la entrevista.
Durante el homenaje a las víctimas del atentado contra la embajada de Israel, Sahmir acusó a Irán de «sembrar el terror y la destrucción en todo el mundo» y calificó al régimen de los ayatollahs como «un nido de víboras».
Alertó también contra el desarrollo del programa nuclear iraní que, afirmó, constituye una amenaza para el mundo civilizado.
El acto se produce en un clima de distanciamiento entre Buenos Aires y Jerusalén, que comenzó con la firma del acuerdo de entendimiento suscrito entre Argentina e Irán, en 2013, y se acentuó tras el escándalo por la muerte de Alberto Nisman.
Según Nisman, la presidenta argentina estaba detrás de un plan para encubrir a los sospechosos del atentado contra la AMIA a cambio de impulsar el intercambio comercial con Irán en función del memorándum de entendimiento alcanzado entre ambos países, que nunca llegó a entrar en vigor.
Fernández de Kirchner, que había sido convocada como principal oradora al acto, rechazó la invitación del Gobierno israelí argumentando que viajaba al Calafate (sur), donde tiene una de sus residencias, para encabezar actos oficiales previstos para mañana.
En el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires fueron asesinadas 29 personas el 17 de marzo de 1992, dos años antes del ataque terrorista contra el centro comunitario judío AMIA en el que fueron asesinadas 85 personas y más de 300 resultaron heridas.
La embajada de Israel decidió este año retrasar el acto oficial de conmemoración para evitar que coincidiera con las elecciones celebradas en Israel, que le dieron la victoria a Biniamín Netanyahu. EFE y Aurora