Chris Froome, Nairo Quintana y las rivalidades históricas del ciclismo

Froome ha ganado dos Tour de Francia y en ambas ocasiones fue escoltado por Quintana. Pero el británico tiene 30 años por 25 del colombiano.

El escenario está servido para un duelo épico. Con el mapa de España de fondo, el aniversario número 80 de La Vuelta cuenta con un reparto de máximo nivel y con los dos actores de lujo del ciclismo en la actualidad: el británico Chris Froome y el colombiano Nairo Quintana.

El argumento de la prueba ofrece innumerables desenlaces, con batallas individuales contra el reloj y ascensos mortales para las piernas, con inclinación superiores del 20%.

En la salida también estarán el español Alejandro Valverde y el italiano Vicenzo Nibali (tercero y cuarto en el pasado Tour de Francia), pero el foco estará en la lucha de los dos corredores que están llamados a marcar una época en el deporte.

La diferencia de tamaño y estilos genera un contraste que atrae a los aficionados.

Las batallas ofrecidas en el Tour de este año, que Froome ganó sobre Quintana con la diferencia más corta desde 2008, parecieron un aperitivo de lo que está por venir.

«Uno de los aspectos más fascinantes de la rivalidad entre Froome y Quintana es que más que un enfrentamiento entre dos ciclistas en la cúspide de sus carreras, uno está de cara a sus mejores años mientras que el otro está acercándose hacia el final de los suyos», publicó el medio especializado VeloNews al finalizar la prueba francesa.

«Es como la reciente rivalidad en tenis entre Roger Federer y Rafael Nadal».

El mayor triunfo de Quintna llegó en el Giro de Italia de 2014.

Lo que atrae entre Froome y Quintana es un choque de estilos, un contraste marcado en cada kilómetro que recorren.

El británico es alto y con una cadencia en su pedaleo que parece un torbellino. El colombiano es menudo, con una potencia capaz de escalar las paredes más empinadas de los Alpes y Pirineos.

Con una diferencia de edad de cinco años (30 de Froome frente a 25 de Quintana), el próximo lustro será el que determine si el mundo está siendo testigo de una de las rivalidades más legendarias del ciclismo, del nivel de otros tres duelos que quedaron marcados en la historia

Fausto Coppi vs Gino Bartali

Fueron compañeros de equipo y enemigos íntimos. Los italiano Coppi y Bartali dividieron a un país durante los años 40 y 50.

Coppi contaba con el apoyo de las regiones del norte de Italia.

Mientras la legión de seguidores de Coppi provenía de las regiones más industriales y modernas del norte, los de Bartali venían del sur, más rural y tradicional.

Ambos ganaron el Tour en tres ocasiones y no fue hasta 1952 cuando llegó la paz cuando en un ascenso Coppi le pasó una botella de agua a Bartali, aunque hay quienes siguen asegurando que fue al revés.

Jacques Anquetil vs Raymond Poulidor

Anquetil fue el primer corredor en ganar cinco Tours -entre 1957 y 1964-, pero en Francia muchos recuerdan con más cariño a su eterna víctima, Raymond Poulidor, «el eterno segundo».

Poulidor nunca le pudo ganar a Anquetil en el Tour de Francia.

Al igual que Coppi y Bartali, la lucha entre los dos franceses también dividió al país.

Merckx es considerado como el mejor ciclista de todos los tiempos.

Sus batallas fueron literalmente codo a codo hasta el punto que Poulidor contó lo que le dijo un agonizante Anquetil en su lecho de muerte debido a un cáncer: «Mi amigo, otra vez eres segundo detrás de mi».

Fue tal la mala suerte de Poulidor que el final de la era de Anquetil marcó el inició de alguien incluso mejor que él, Eddy Merckx, para muchos el mejor ciclista de todos los tiempos.

El francés registró en su carrera tres segundos y cinco terceros en la vuelta gala.

Greg Lemond vs Bernard Hinault

Otra gran rivalidad también marcó una lucha de estilos, pero a diferencia de las anteriores fue una batalla de orgullos entre países e incluso continentes.

Del lado europeo estuvo el hijo de granjero, Bernard Hinault, quien con un estilo aguerrido, valiente, del todo o nada, conquistó el corazón de los franceses y cinco Tours.

La aparición de Lemond marcó el fin de la era de Hinault.

Del otro lado apareció Greg Lemond, el estadounidense que se convirtió en el verdugo del hijo predilecto de Francia y de su sucesor.

Lemond ayudó a Hinault a ganar su quinto título en 1985, pero no recibió el mismo «favor» al año siguiente.

Hubo acusaciones de traición y el estadounidense tuvo que emplearse a fondo para conquistar el primero de sus tres rondas galas. El segundo, en 1989, lo hizo venciendo a Laurent Fignon por ocho segundos, la diferencia más corta en la historia del Tour.

fuente:bbcmundo

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