Austria anunció este 17 de febrero que sólo aceptará 80 solicitudes de asilo por día, frente al promedio de 200 peticiones diarias registradas en lo que va de año. Esta medida puede ejercer un efecto dominó en la UE.
El Gobierno austríaco anunció este miércoles (17.2.2016) que sólo aceptará que se presenten 80 solicitudes de asilo por día, frente al promedio de 200 peticiones diarias en lo que va de año. Se teme que esta medida pueda ejercer un efecto dominó en la Unión Europea. “Es necesario cerrar las propias fronteras en tanto no haya una solución europea”, explicó la ministra del Interior de ese país, Johanna Mikl-Leitner. Viena informó además que permitirá el ingreso de 3.200 refugiados a su territorio, por día, pero sólo si piden asilo en un tercer país.
La decisión, que entrará en vigor este viernes (19.2.2016), fue anunciada un día antes de que se celebre una cumbre comunitaria en Bruselas para tratar la crisis de cara a la cual los miembros del bloque siguen sin lograr consenso. Eslovenia –que por estar al sur de Austria podría verse fuertemente afectada por las restricciones de su vecino– dejó saber este 17 de febrero que también incorporará restricciones a la cifra de refugiados por acoger y que presentará ante el Parlamento Europeo una moción para que los soldados asuman tareas policiales.
Los países del Báltico sumaron sus reclamos ante presunta la falta de acción de la UE. La presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, instó a Bruselas a aplicar con severidad sus disposiciones migratorias y a combatir seriamente a las bandas de traficantes de personas, mientras que Estonia y Letonia exigieron que la UE lleve adelante controles estrictos en sus fronteras externas. Simultáneamente, algo más al sur, en la ruta de los Balcanes, se produjeron las primeras expulsiones: Croacia envió a 217 migrantes de regreso a Serbia. El contingente, compuesto mayormente por ciudadanos afganos, había sido expulsado previamente de Eslovenia a Croacia.