El uso de medallas que no se han ganado está permitido siempre que no sirva para obtener beneficios tangibles.
Elven Joe Swisher, exmarine, tiene derecho a colgarse todas las medallas militares que quiera aunque no las haya ganado.
Eso, después de conseguir que una corte de Estados Unidos dictaminara que el uso de medallas militares por personas que no se las han ganado está protegido por el derecho a la libertad de expresión.
«Incluso si te las pones con la intención de engañar, es un derecho constitucional amparado por la Primera Enmienda», le dijo a BBC Mundo Joseph Horras, abogado de Swisher.
La sentencia, que fue aprobada con el voto de 8 de los 11 jueces que conformaron el panel en la Corte Federal de Apelaciones de Idaho que revisó el caso, generó polémica entre la comunidad de veteranos.
Un honor que deshonra
Larry Kinard, presidente de la Asociación Nacional de Veteranos de la Guerra de Corea, lamentó la sentencia.
«La decisión no es buena porque aquellos que realmente hicieron sacrificios para merecer el Corazón Púrpura o la Estrella de Plata son deshonrados por quienes no se las ganaron. Esto degrada el reconocimiento», dijo Kinard en conversación con BBC Mundo.

Esta opinión es compartida por el juez Jay S. Bybee, uno de los tres jueces que no apoyaron la decisión judicial.
«El uso falso y engañoso de medallas militares diluye el valor de los honores militares en general al ofrecer la impresión de que todo el mundo se los gana», señaló en la explicación de su voto disidente.
«Cuando se permite el uso de las medallas a aquellos que no son merecedores, el gobierno ya no puede identificar a sus héroes en una forma que sea fácilmente discernible para el público», agregó.
Libertad contra libertad
La decisión que libró a Swisher de la condena por el uso no autorizado de medallas se fundamentó en un fallo anterior de la Corte Suprema que había establecido que sancionar a alguien por decir falsamente que había ganado honores militares era inconstitucional, pues esa afirmación estaba amparada en la libertad de expresión.
Ante esa situación, Anthony Anderson propietario de la web Guardian of Valor, ha decidido hacer frente divulgando información sobre estos casos en internet.

«Puede ser tu derecho constitucional mentir sobre el servicio militar a este país y sobre las medallas obtenidas, pero es nuestro derecho constitucional mostrarle al mundo tus mentiras«, dice su web en el apartado dedicado a explicar su misión.
Desde 2007, Anderson se dedica a revelar casos como el de Swisher en su web, donde tiene un apartado llamado «El salón de la vergüenza» (Hall of Shame), en el que actualmente expone unos 70 perfiles de personas que han hecho uso de honores no obtenidos.
«Lo que la corte hizo fue anular la condena que Swisher había recibido por haber usado el Corazón Púrpura sin haberlo ganado. Esa decisión se basaba en la vieja Ley de Valor Robado, que hacía ilegal usar o decir que se ganó cualquier condecoración militar, y fue revocada por la Corte Suprema en 2012», dijo en conversación con BBC Mundo.
Anderson explicó que en 2013 fue aprobada una nueva Ley de Valor Robado quecastiga el uso de medallas que no has ganado si con ello logras cualquier beneficio tangible.
«La libertad de expresión te permite usar lo que quieras, pero si te pones esas medallas y obtienes algún beneficio por ello, entonces estás quebrantando la ley», agregó.
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Un veterano sin heridas

Swisher ingresó en el Cuerpo de Marines en 1954, un año después del final de la guerra de Corea, de donde obtuvo una baja honorable en 1957, sin haber sufrido heridas durante el cumplimiento de sus tareas.
En 2001, Swisher solicitó del gobierno una indemnización alegando sufrir el síndrome de estrés post traumático consecuencia de haber participado en una misión de combate secreta en Corea en agosto o septiembre de 1955 en la que resultó herido.
En su alegación, ofreció un relato de la supuesta misión y aseguró que al final de ella incluso había recibido varios reconocimientos, incluyendo un Corazón Púrpura, condecoración que se entrega en nombre del presidente de Estados Unidos a quienes han sido heridos o han muerto en combate.
La solicitud, inicialmente rechazada, fue aprobada cuando Swisher presentó una copia de su historial en la constaba que había recibido los reconocimientos que mencionaba en su narración. Se acordó darle una compensación mensual de US$2.366.
En julio de 2006, una investigación determinó que el historial había sido forjado y en 2007 Swisher fue condenado por cuatro cargos incluyendo haber mentido sobre su servicio militar, sus discapacidades y sus honores para obtener beneficios, haber forjado el documento de su baja para obtener beneficios, robo de fondos gubernamentales y el uso no autorizado de medallas militares.
Swisher fue entonces condenado a un año y un día de cárcel, seguidos de tres años de libertad vigilada.
La decisión de la Corte de Apelaciones sólo afecta la condena que había recibido por el uso no autorizado de medallas militares.