Image copyrightGettyImage captionArgentina ha recibido todo tipo de elogios por su actuación en el mundial de rugby.
La transformación que sufrió el rugby argentino en los últimos tres años ha recibido elogios, fascinación y envidia entre aficionados, prensa y exjugadores que siguen la Copa del Mundo de rugby de Inglaterra.
Desde su categórico triunfo contra Irlanda, Argentina fue elevada a una élite del rugby junto a las grandes potencias del hemisferio sur, los All Blacks de Nueva Zelanda, los Wallabies de Australia y los Springboks de Sudáfrica.
Mucho se ha hablado y escrito de su juego ofensivo, de la efectividad de Nicolás Sánchez, de la explosividad de Juan Imhoff, de la fortaleza de Juan Martín Fenández Lobbe y del cerebro de su entrenador Daniel Hourcade.
Se ha analizado punto por punto su arrollador estilo, la pasión de su himno y su estrecha relación con la ferviente afición que la sigue.

Pero hay aspectos de los que no se ha hablado y que fuera de las fronteras argentinas son prácticamente desconocidos.
Como por ejemplo que los Pumas ni siquiera son pumas.
En BBC Mundo les ofrecemos cinco curiosidades sobre el seleccionado que este domingo enfrentará a Australia en la semifinal del mundial de rugby.
En casa del enemigo
Es una de las leyendas del rugby argentino, defendió en 84 ocasiones la camiseta albiceleste y fue alma de la selección que llegó en tercer lugar en Francia en 2007.

Pero Mario Ledesma quiere que gane Australia, o por lo menos es lo que desea su cerebro.
Y es que el líder de la potente delantera que guio a Argentina durante 15 años es ahora parte del cuerpo técnico de los Wallabies y responsable de la transformación del scrum de la selección australiana.

De poco sirvieron los rezos a diario del talonador para que los dos países no se enfrentaran en el Mundial, ya que ahora, pese a lo que dice el corazón, está encargado de transmitir todos los secretos del famoso scrum argentino a sus rivales.
¿Conflicto de interés? Para el talonador de Australia, James Hanson, no.
«Él está 100% comprometido con este viaje», dijo al periódico The Guardian. «Él quiere ganar tanto como cualquiera en este equipo, y él nos los ha dejado en claro».
El sonámbulo solitario
Argentina es reconocida por ser una de las selecciones más unidas, donde la suma de las partes crea un todo temible para cualquier rival.
Pero en ese compacto grupo hay un jugador con el que nadie quiere compartir la habitación.
El señalado es el pilar Marcos Ayerza, quien es sonámbulo.

Esa condición se agudiza cuando el jugador está bajo presión, como en las noches previas a un partido.
«Es un tema familiar. Me pasa mucho en los Pumas, porque generalmente me sucede en momentos de tensión, de mucho nerviosismo, cuando vienen cosas importantes como un partido», declaró Ayerza hace unos días a la radio argentina Metro.
Es por eso que a raíz de experiencias pasadas, como cuando le tocó compartir la habitación con Mario Ledesma en el mundial de 2007, el cuerpo técnico de argentina le reservó un cuarto exclusivo para él.
Del «huevo» a la «aspirina»
Este es el nombre de un artículo publicado en el periódico argentino La Nación, socios de BBC Mundo, un manual para conocer a los jugadores de los Pumas.

«A los periodistas extranjeros les cuesta entender cuándo los jugadores argentinos no utilizan los apellidos y sólo emplean sobrenombres para referirse a algún compañero», explica el artículo.
Así que decidimos compartir la lista de nombres y apodos de la delegación:
- «Cachorro» – Nicolás Sánchez
- «Corderito» o «Pelusa» – Santiago Cordero
- «Corcho» – Juan Martínez Fernández Lobbe
- «Rete» – Santiago González Iglesias
- «Chipi» – Juan Figallo
- «Lengua» – Tomás Lavanini
- «Mamut» – Juan Pablo Socino
- «Loco» – Pablo Matera
- «Toro» – Marcos Ayerza
- «El Mago», «Juani» o «Coco» – Juan Martín Hernández
- «Coquito» – Juan Imhoff
- «Cumpa» – Ramiro Herrera
- «Tute» – Matías Moroni
- «Chelo» – Marcelo Bosch
- «Luketa» – Lucas González Amorosino
- «Facu» o «Kundo» – Facundo Isa
- «Tucu» – Joaquín Tuculet
- «Legui» – Juan Manuel Leguizamón
- «Marta» – Martín Landajo
- «Cubo» – Tomás Cubelli
- «Huevo» – Daniel Hourcade, seleccionador
- «Aspirina» o «Asper» – Raúl Pérez, asistente
Ni siquiera son Pumas
Según explica la página oficial de la Unión Argentina de Rugby, UAR, su selección «recibe el nombre de Los Pumas luego de la exitosa gira realizada por Sudáfrica, en 1965».

Lo curioso es que el animal que está en el escudo que identifica al equipo no es un puma, sino un yaguareté o jaguar.
El yaguareté, cuyo nombre proviene del guaraní y significa «la verdadera fiera», es el felino más grande de América y el tercero del mundo.
Pero un periodista sudafricano confundió el animal con un puma y fue así que nacieron los Pumas argentinos.
Punto de partida
La historia indica que Argentina lleva jugando rugby desde hace más de 100 años y que los Pumas surgieron en 1965, pero no fue hasta el final de la década del 70 cuando los colores albicelestes comenzaron a brillar en el ámbito internacional.
Y fue Australia su primera gran víctima del hemisferio sur.

Tras empatar con Inglaterra en Twickenham en 1978, Argentina, liderada por el legendario apertura Hugo Porta, venció a los Wallabies en Buenos Aires 24-13 en el primer partido jugado entre ambos equipos.
Fue una victoria que marcó un hito para el rugby argentino, triunfo que repitió en Brisbane en 1983 y en Buenos Aires en 1987.
A partir de allí el rugby de Australia creció y los Pumas tuvieron que esperar diez años para volver a probar el sabor de la victoria.

La última ocurrió en 2014, en Mendoza, que fue la primera de Argentina desde que ingresó al Rugby Championship en 2012.
Pese a sus cinco triunfos, el balance de los enfrentamientos sigue favoreciendo a Australia que ha ganado 18 partidos y empatado uno.
fuente:bbcmundo