Israel y las facciones palestinas acordaron este domingo un nuevo cese el fuego de 72 horas en el conflicto de la Franja de Gaza.
Se espera que la pausa iniciada a la medianoche horal local (21:00 GMT) permita negociar una paz más duradera.
La semana pasada, el gobierno egipcio medió para un cese de hostilidades similar, pero los combates se reanudaron tres días después, una vez vencido el plazo.
Unas 2.000 personas han muerto en el conflicto que empezó el 8 de julio, cuando Israel lanzó un operativo para disuadir los ataques de los militantes del grupo islamista radical Hamas, desde Gaza.
Los muertos palestinos desde el inicio de las hostilidades ya superan los 1.900 y son en su mayoría civiles, de acuerdo a cifras de la ONU.
Del lado israelí han muerto 67 personas, tres de ellos civiles.
«Alto el fuego duradero»
El último cese de hostilidades venció el viernes pasado.
El sorpresivo anuncio de la tregua llegó al final del domingo, tras tensas conversaciones entre ambas partes que ya habían amenazado con abandonar el diálogo. «Israel ha aceptado la propuesta de Egipto para un alto el fuego de 72 horas», confirmó un funcionario israelí de alto rango de la BBC, que también agregó que Israel enviará negociadores a El Cairo el lunes si la tregua se mantiene.
Izzat al-Reshiq, negociador de Hamas en El Cairo, dijo a la agencia Reuters: «A la luz de la aceptación de la tregua por parte de Israel y su regreso a negociar sin condiciones previas, informamos a los hermanos egipcios de nuestra respuesta positiva».
En un comunicado, la cancillería egipcia instó a ambas partes a reanudar las negociaciones indirectas y a «trabajar en pro de un acuerdo de alto el fuego duradero».
Corresponsales aseguran que es probable que Israel continúe presionando para que Gaza sea desmilitarizada, mientras que Hamas seguirá exigiendo que se levante el bloqueo en la franja.
Desde que la última tregua de 72 horas terminó el viernes, ha habido intercambio regulares de fuego. Al menos 20 palestinos murieron como consecuencia de los ataques israelíes del fin de semana, mientras que dos israelíes fueron alcanzados por fuego de morteros.
El periodista de la BBC, Wyre Davies, informa desde Jerusalén que el alto el fuego deberá permitir la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza, donde miles de personas han quedado sin hogar.
Del lado israelí, donde decenas de comunidades han sido evacuadas, los residentes también podrán regresar a sus hogares.
Contexto
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Tras la tregua en Gaza: tensión, desolación y fuego.
Israel reanudó sus ataques aéreos contra Gaza tan pronto como Hamas disparó cohetes desde el territorio.
Por qué Hamas, y posiblemente otros grupos militantes en la Franja de Gaza, decidió volver a lanzar misiles contra Israel, el viernes en la mañana, es desconcertante.
El grupo islamista lo justifica reiterando sus demandas para que Israel relaje el bloqueo territorial y económico de la franja, pero si hay una cosa que necesitan en este momento los ciudadanos a ambos lados de la frontera de Gaza, golpeados y agotados por la guerra, es calma y tiempo para reparar los daños.
Es difícil ver qué podrían ganar alguno de los dos lados con la reanudación de los combates, por lo cual inicialmente había esperanzas que el cese el fuego de 72 horas se hubiera extendido.
Israel enfrentaba un creciente coro de críticas internacionales por su supuesto uso de fuerza desproporcional en Gaza. Los militantes, por su parte, ya habían perdido demasiados de los suyos, tanto combatientes como civiles.
Es más, algunos altos funcionarios israelíes estaban tan confiados de que la tregua mediada por Egipto se extendería, que le habían dicho a miles de sus compatriotas que viven en granjas y comunidades a lo largo de la frontera con Gaza que era seguro para ellos regresar a casa.
Estrategias
Sin embargo, la zona fronteriza no parecía muy segura cuando expiró el cese el fuego y varios kibutz seguían siendo virtuales pueblos fantasmas sobre los que llovían los cohetes y proyectiles de morteros disparados desde Gaza.
No obstante, esa podría ser parte de la estrategia de Hamas.
Algunos israelíes regresaron a sus casa en el sur del país creyendo que la tregua se extendería.
No quieren que los israelíes se sientan seguros o cómodos mientras continúe el bloqueo a la Franja de Gaza (y la ocupación israelí de Cisjordania y el este de Jerusalén). Mientras 1,8 millones de ciudadanos viven, acorralados, apenas capaces de ganarse la vida, arguyen, ¿por qué deberían los israelíes al otro lado de verja sentirse más seguros?
Y aunque la gran mayoría del pueblo en Israel apoya la reciente ofensiva en Gaza de su gobierno, también están conscientes de que habrá otro conflicto dentro de dos o tres años si no se abordan los asuntos fundamentales que generan esta crisis.
Para Hamas y sus adeptos en Gaza, eso significa el levantamiento del bloqueo.
Entrada de asistencia
En el cruce fronterizo entre Gaza e Israel, la entrada de artículos y materiales está estrictamente restringida.
En el cruce fronterizo de Kerem Shalom vi varios camiones cargados de alimentos, mantas y asistencia siendo transferidos a otros vehículos del lado de Gaza.
Ese intercambio (y asistencia) ha continuado a lo largo del mes que lleva el conflicto, pero los ciudadanos de Gaza afirman que no es suficiente. Dicen que dependen completamente de lo que Israel les permite entrar y, por ahora, hay estrictas restricciones a materiales de construcción, concreto y otros productos básicos.
La razón de eso es obvia, sostiene Israel: mientras exista la posibilidad de que esos materiales vayan a ser utilizados para construir túneles y otra infraestructura militar, no se les permitirá el ingreso.
Para Israel, la meta es la paz y tranquilidad y eso significa una Franja de Gaza desmilitarizada, algo que Hamas no consideraría en las condiciones actuales.
Así que, con las conversaciones en Cairo suspendidas por el momento, otros organismos, como la Unión Europea, están desesperadamente tratando de idearse propuestas que puedan encontrar terreno común entre las dos partes beligerantes y evitar otra ineludible guerra.
Es una situación desesperante, tanto aquí, en las parcialmente abandonadas y hipertensas comunidades en el sur de Israel, como al otro lado de los polvorientos y opacos campos, entre la destrucción y muerte en la Franja de Gaza.
Fuente: BBC