6,8 millones de franceses votaron por el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Si la primera ronda de las elecciones regionales en Francia sorprendió a muchos, con la victoria del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN), la segunda ronda realizada este domingo dejó a todos boquiabiertos.
Después de haber salido victorioso en casi la mitad de las regiones del país, el FN no pudo asegurar en los resultados finales ninguna de ellas.
El FN quedó relegado a tercer lugar después de que en la primera ronda, la semana pasada, había ganado seis de las 13 regiones del país.
El FN ni siquiera pudo ganar la región norteña de Pas-de-Calais-Picardie, donde la líder del partido, Marine Le Pen, había realizado su campaña y donde se esperaba que ganaría.
Allí, como ocurrió en gran parte del país, los electores que habían votado en la primera ronda por el Partido Socialista del presidente Francois Hollande, dieron su apoyo a «los republicanos», el partido de centro derecha del expresidente Nicolas Sarkozy, en una estrategia de ambos partidos para neutralizar a Le Pen.
Duro golpe
Con el 98% de los votos contados, los resultados indican que los republicanos obtuvieron 40,75% de los votos, los socialistas el 29,23% y el FN, el 27,44%.
Image copyrightAPEl resultado fue un duro golpe para la líder de ultraderecha.
«Hemos sido víctimas de la manipulación y la difamación», declaró Le Pen.
Y afirmó que el resultado había expuesto «las mentiras» y «los vínculos secretos» en el núcleo del sistema político francés.
El éxito del partido de Sarkozy se debió a la retirada de los socialistas en las regiones donde Marine Le Pen y su sobrina, Marion Maréchal-Le Pen -la candidata de la región de Provence-Alpes-Cote d’Azu, en el sur- obtuvieron resultados extraordinarios la semana pasada.
Allí, el primer ministro socialista Manuel Valls llamó a los electores a votar por los candidatos de centro derecha.
Este voto estratégico ciertamente neutralizó al FN, pero aún así el partido logró 800.000 votos más que la semana pasada, más de 6,8 millones de personas votaron por éste.
Táctica
Tal como explica la corresponsal de la BBC en París, Lucy Williamson, «esta es una victoria para el voto táctico».
«El apoyo para el FN no cambió (en esta votación), lo que cambió fue el número de votos en su contra, más del doble en algunas áreas».
«Incluso el PS, que sólo ganó en una región en la primera ronda, logró en la segunda ronda defender casi la mitad de sus escaños».
Image copyrightEPASin embargo, tanto los republicanos de Sarkozy, como los socialistas, en el poder, no olvidan la impresionante victoria de la extrema derecha la semana pasada.
Incluso en esta segunda ronda el FN logró triplicar el número de consejeros regionales.
«Nada nos puede detener ahora», expresó Marine Le Pen en un discurso ante sus simpatizantes tras el conteo de votos. «Seremos el principal partido de la oposición en la mayoría de las regiones«.
Por su parte el primer ministro socialista, Manuel Valls, dijo que la guerra de su partido contra el FN aún no ha terminado.
«Esta noche no hay un sentimiento de alivio ni de victoria», declaró. «El peligro de la extrema derecha aún está presente. No olvido los resultados de la primera ronda y sé que nuestro gobierno tiene una responsabilidad».
Hacia las presidenciales
Ganar por lo menos una de las regiones era importante para el FN para mostrar a los electores que es capaz de gobernar antes de que se realicen las elecciones presidenciales en 2017.
«(Le Pen) perdió la oportunidad de gobernar una región y de mostrar al mundo que su partido es serio», explica Hugh Schofield, corresponsal de la BBC en París.
«Pero de cierta forma esto le viene bien. Porque todo esto demuestra que en Francia nada ha cambiado. Los dos principales partidos continúan compartiéndose todas las golosinas (y en este caso deliberadamente conspirando para quedarse también con las de ella)».
«Quizás los poderes de Le pen sean limitados, pero su atractivo es más fuerte que nunca en una Francia donde está aumentando el número de los decepcionados y los marginados».
El Frente Nacional lleva años organizando gradualmente su apoyo.
Ahora, tras los ataques terroristas de este año en París y el aumento del desempleo en el país, los simpatizantes de la ultraderecha parecen estar más abiertos para aceptar el mensaje antiinmigración y antieuropeo del FN y el estigma del partido parece estar disminuyendo rápidamente.
Tal como afirma Lucy Williamson de la BBC, «quizás les negaron el poder en esta votación, pero los simpatizantes del Frente Nacional saben que ahora forman parte de una nueva fuerza en la política francesa y que el tiempo está de su lado».
fuente:bbcmundo