Image copyrightGettyImage captionEl técnico José Mourinho ha tenido una de las peores temporadas frente a un equipo.
¿Cuándo se toca fondo?
En el fútbol, podría ser en el momento en que uno de tus mejores hombres (el mediocampista belga Eddie Hazard) falla el penal que le corresponde y de esa forma tu equipo (el Chelsea) queda eliminado de la Copa de la Liga (Capital One Cup) en octavos de final.
Y a esto hay que sumarle el peor arranque en el campeonato (la Liga Premier) en 30 años, para hacer que el glorioso poseedor del título de la temporada anterior se pasee por el triste puesto 15, a tres puntos del descenso.
Y en medio del huracán, caminando por la cornisa, el técnico de los «Blues», el autodenominado «único y especial»: José Mourinho.
Aunque el portugués parece no advertirlo. O al menos sus palabras tras el encuentro del martes con el Stoke City –el equipo que fue su verdugo en la Capital One Cup– no parecen evidenciar la crisis.

«Mi vida es fantástica. Mañana tengo el día libre. Tengo una familia genial, puedo dormir bien todas las noches. Y el jueves, cuando regrese a los entrenamientos, será como los días de trabajo que he tenido en los últimos 15 años que llevo en esto», respondió a los periodistas durante una rueda de prensa después del partido.
Pero lo cierto es que nunca, ni siquiera en sus inicios como entrenador del Benfica o el União de Leiria, el hombre nacido en Setúbal, Portugal, hace 52 años, había tenido una temporada tan catastrófica: solo en la Liga Premier, donde ha disputado 10 partidos, ha perdido cinco juegos y empatado dos.
Además de quedar fuera de una de las copas locales.
¿Es el fin del ciclo de Mourinho en el club que él mismo considera su casa y al que sacó campeón en la última temporada? ¿O es, en cambio, el fin de un modelo de éxito que le ha dado al portugués todo su prestigio?
¿Pasado de moda?
Aunque no todo ha sido color de rosas en el pasado –quedó cesante en el Chelsea a la mitad de la temporada 2007-2008– la situación de «Mou» es bastante particular en su ya larga carrera.

En aquella ocasión se había marchado del Chelsea de «mutuo acuerdo», pero no por problemas deportivos sino por diferencias con el dueño del club, el ruso Roman Abramovich.
Y en los peores días de furia en el Real Madrid, el portugués se sostuvo en su puesto gracias a sus números –un rendimiento cercano al 72% y con varios récords a cuestas– y solo se fue al finalizar la temporada 2012-2013 con un jugoso contrato que lo llevó de nuevo a dirigir a los Blues de Stamford Bridge.
Pero ahora se enfrenta a una crisis que muchos consideran insostenible.
«Como se ven las cosas, Mourinho no puede seguir en el Chelsea por una razón: los jugadores le han perdido el respeto», le dijo a BBC Mundo el periodista deportivo español Diego Torres, quien escribió el libro «Prepárense para perder» sobre los años de Mou en el Madrid.
«Una de las razones de su caída puede ser que él ha perdido algo de su energía, ya no quiere ser ese gran entrenador, algo que lo hacía diferente años atrás«, añadió.
Y en ese sentido su modelo, sin el impulso de su personalidad, muestra las grietas que lo hacen tan vulnerable en el fútbol actual.
«Mourinho es un gran técnico para crear equipos defensivos, pero no para equipos que tengan posesión del balón y esa es la última evolución del fútbol. Su modelo se ha quedado un poco relegado y tendrá problemas en el futuro», anticipó Torres.

Estar «pasado de época» en las canchas: toda una ironía para un hombre que ha hecho un culto de la moda y cuida con recelo su look y su imagen.
Una temporada en el infierno
Mourinho ha sido un hombre polémico siempre: no solo por llamarse a sí mismo «el único y especial» sino también por hechos más concretos. Por caso, casi le arranca un ojo al extécnico del Barcelona, Tito Vilanova, después de un clásico con el FC Barcelona.
Pero tal vez esa falta de «ambición» por ser el mejor, que señala Torres, lo ha llevado a cometer muchas más imprudencias y actos disciplinarios, que le han ganado los titulares de la prensa con más frecuencia incluso que sus resultados deportivos.
El primer acto de esta temporada –que tranquilamente podríamos titular «Mou en el infierno»– comenzó cuando en el segundo partido de liga decidió regañar en público y suspender a su cuerpo médico liderado por la doctora Eva Carneiro.
Carneiro dejó el club y demandó. Y desde allí todo ha sido cuesta abajo para el portugués.
Image copyrightEPAImage captionAnalistas coinciden que el modelo del fútbol de José Mourinho podría estar desgastado y un poco obsoleto.
Hace poco recibió una sanción por parte de la Federación Inglesa (FA) por sus comentarios contra los árbitros tras la derrota ante el Southampton 3-1 en la cuarta jornada del fútbol británico.
En aquella ocasión dijo que los jueces tenían «miedo» de pitar penales a favor del Chelsea.
Y esos comentarios fueron considerados por la FA como «conducta inapropiada», por lo que fue castigado con una multa de US$75.000 y un partido de sanción.
«Ya resulta evidente que los métodos de motivación (o manipulación) del vestuario, que tantas satisfacciones le dieron a José Mourinho durante muchos años, han perdido eficacia, o él los está aplicando en las dosis equivocadas«, le dijo a BBC Mundo el periodista deportivo Raúl Fain Binda, la pluma detrás de El Blog de Lalo.

«Su trato a la médica Eva Carneiro puede ser comparado, por su falta de control emocional, con el episodio del dedo en el ojo de Tito Vilanova», añadió.
El respaldo
Pero en medio de la tormenta, el Chelsea ha sido unánime en el apoyo a su entrenador.
«El club quiere dejar claro que José Mourinho sigue teniendo todo nuestro apoyo» dijo el club en un comunicado hace un par de semanas.
«Los resultados no están siendo suficientemente buenos y el equipo necesita mejorar. Sin embargo, creemos que él es el técnico adecuado para dar la vuelta a la situación», añadió el club.
Otro que ha salido en apoyo de Mourinho es el exmediocampista del Chelsea Frank Lampard.
«Es un ganador. Y así lo demuestra su palmarés. No tengo ninguna duda de su habilidad y de que superará este bache«, dijo Lampard a los medios después de recibir la Orden del Imperio Británico.

Lo cierto es que este sábado tiene otro reto tremendo: se enfrenta al Liverpool que está estrenando técnico, el alemán Jurgen Klopp.
¿Llegará todavía como técnico del Chelsea?
«Todo depende de la paciencia del propietario del club, que poco antes de que las cosas se desmadraran le había extendido el contrato. Echarlo ahora costaría, según dicen, unas 30 millones de esterlinas«, añadió Lalo.
«Otro costo sería la humillación de equivocarse, que la gente poderosa valora por encima de la sensatez».
fuente:bbcmundo