
Muhammad Ibrahim Khan, de 13 años, quedó paralítico después de recibir cuatro disparos durante uno de los peores ataques en Pakistán. Y sin embargo, en cuestión de semanas ha tenido una recuperación que los expertos califican de «milagrosa».
Este joven fue uno de los sobrevivientes en diciembre pasado de un ataque en una escuela administrada por el ejército en el que murieron al menos 140 personas, la mayoría niños. La masacre causó una conmoción sin precedentes en ese país.
Los doctores paquistaníes le dijeron que nunca más volvería a caminar.
Todo ocurrió hace nueve meses. Muhammad estaba sentado en su salón de clases cuando siete hombres armados irrumpieron en su escuela.
Los atacantes estaban forrados con explosivos y tenían una sola misión: matar a todo el que se cruzara por su camino.
«No puedo olvidar lo que pasó ese día», recuerda con seriedad. «Estábamos sentados en el auditorio, haciendo preguntas y de repente… escuchamos fuertes disparos afuera».
Muhammad cuenta cómo, mientras intentaba ayudar a un amigo, recibió los disparos por la espalda. «A mi amigo le dispararon en la cabeza».
«Aterrorizado»

Lo siguiente que supo fue cuando despertó en una cama de hospital, paralizado de la cintura para abajo.
Sus padres, Khan y Sherbano se negaron a creer que su hijo amante del críquet nunca podría volver a usar sus piernas.
Iniciaron una campaña de ayuda para recoger fondos en la que contaron con el apoyo de grandes personalidades paquistaníes como el jugador de críquet y ahora político Imran Khan.
Finalmente pudieron viajar a Londres el mes pasado, donde el joven recibió tratamiento en una clínica privada.
Cuando llegó al centro, el cirujano Irfan Malik, de la clínica The Harley Street, cuenta que Muhammad estaba «aterrorizado».
«Había pasado los últimos meses en una cama, sin siquiera poder moverse de un lado a otro», relata Malik. «Estaba débil, la presión muy fuerte en la espalda. No estaba en buen estado».
«Estos nueves meses fueron los más difíciles de mi vida», dice por su parte Muhammad.
Trauma inimaginable
Image copyrightEPAA Muhammad le dispararon en el hombro, la cadera y la espalda, lo que afectó la parte baja de la espina dorsal. Es por esto que lo que ocurrió tras la operación sorprendió incluso a los expertos.
«Exactamente una semana después de la operación Muhammad se pudo poner en pie y empezó a dar los primeros pasos», señala Malik.
«No esperábamos tener un resultado tan bueno. Fue milagroso», agrega.
Menos de dos semanas de ser operado, el joven fue dado de alta y empezó su largo camino de recuperación.
«Siento que tengo una segunda oportunidad en la vida». Ahora quiere regresar a Paquistán y sumarse al ejército para ayudar a combatir al islamismo radical.
Si bien Muhammad está cada vez más fuerte, el trauma psicológico que todavía tiene es inimaginable.
«Mi rabia no ha disminuido», aclara. «Mataron a niños pequeños en mi escuela. ¿Qué mal habían hecho?»
Su madre, con lágrimas en los ojos, acaricia su cabeza y comenta: «Estoy viendo a mi hijo volver a caminar. Él podrá salir adelante y tener una vida normal».
fuente:bbcmundo
