Lo que hay es incertidumbre sobre lo que puede pasar de imponerse en las urnas quienes no apoyan lo negociado. No hay certeza de lo que pueda ocurrir.
Para el Gobierno está claro que si gana el ‘Sí’, de inmediato comenzaría el trámite legislativo que se requiere para el desarrollo de los acuerdos y la implementación de estos.
Además, en caso de perder en las urnas, considera que llegaría a su fin lo acordado y el conflicto volvería al país con la guerrilla más vieja del continente.
De otro lado, para quienes promueven el ‘No’ –si ganan hoy en las urnas– no es necesario echar por la borda estos cuatro años de negociaciones en La Habana, si no que se deberían renegociar los acuerdos.
En su concepto, si pierden, buscarían la forma de reforzar su estrategia para hacerse con el poder en el 2018 y tratar de enderezar lo pactado.
Pero, en términos generales, lo que hay es incertidumbre sobre lo que puede pasar de imponerse en las urnas quienes no apoyan lo negociado. No hay certeza de lo que pueda ocurrir.
‘Carlos Antonio Lozada’, uno de los negociadores de las Farc, dijo en junio pasado que si gana el ‘No’, “no significa que eso tenga que dar al traste con el proceso, porque la paz como derecho no puede llevarnos a tomar esa decisión de seguir con una guerra tan dolorosa”.
Pero lo cierto de todo esto es que si se impone el ‘Sí’ en las urnas, hay una ruta claramente definida, pero si pierde o no alcanza el umbral planteado, el camino es incierto. Hay varias hipótesis, pero nada concreto.
“Aquí solo hay un plan, el plan por la paz; no hay un plan B”, le dijo a la agencia Efe ‘Pastor Alape’, negociador de las Farc, al responder sobre qué pasaría con la guerrilla si gana el ‘No’.
fuente.voanoticias