Tiene 13 años y ya ha visitado 163 parques nacionales. Aida Frey (izquierda) con el Superintendente Dave Ruth, del Servicio de Parques Nacionales, durante un encuentro en marzo de 2013.
A sus 13 años, Aida Frey quizá haya tenido más contacto con la naturaleza y haya vivido más aventuras que la mayoría de adolescentes. Eso ha sido gracias a que, junto a sus padres, ha recorrido miles de kilómetros para visitar 163 parques nacionales en Estados Unidos. Por ello, según su madre Norma Aida, “la han nombrado como la cara de los parques nacionales”.
Es así como diversas publicaciones digitales e impresas han destacado los logros de esta adolescente salvadoreña-americana. Los periódicos Northwest Herald y Daily Herald, ambos de Illinois, publicaron la historia de Aida a finales de abril. En ambas se destaca que ella quiere llegar a ser directora del Servicio de Parques Nacionales cuando crezca.
Así lo confirmó Aída a El Diario de Hoy cuando conversó con ella y su madre, vía Skype el 2 de mayo. Hace casi cuatro años, cuando visitó el Chickamauga y Chattanooga Parque Nacional Militar, vio a otra niña luciendo muchas medallas. Eran las que reciben los “junior ranger” o pequeños guardabosques cuando completan un álbum donde responden preguntas sobre el parque que han visitado.
Aida quiso tener su propia colección de medallas. Pero no es solo eso la que la motiva a visitar parques nacionales junto a sus padres: “Me gusta aprender mucho y conocer muchas personas”.
Pero ¿qué se puede aprender en un parque nacional? Aida no es una turista distraída. Con la sencillez propia de su edad afirma que al visitar un parque nacional aprende sobre historia, arte y naturaleza. Los parques nacionales estadounidenses no son solamente bosques o lugares agrestes, sino que algunos albergan museos y monumentos o fueron escenario de batallas de la lucha independentista o de la guerra de secesión. En ellos también se da la oportunidad de nadar en piscinas o en lagos y de caminar o escalar por rutas habilitadas para tales actividades.
Su madre explica: “Cada parque nacional es diferente; hay de arte, de historia, de la guerra civil, de los esclavos, de los derechos humanos, de volcanes, de ríos, de monumentos…”. En Estados Unidos, aclara, hay 401 parques nacionales: Aida ha visitado el 40 %, pero ella y su familia están dispuestos a visitarlos todos.
Pero ¿porqué Aida no se ha conformado con visitar cinco, 10 o 20 parques nacionales y, en cambio, ha visitado 163? Ella responde en inglés. “Porque aprende más en los parques y no solo en los libros”, traduce su madre.
La familia Frey aprovecha las vacaciones para visitar los parques nacionales. Viajar junto a sus padres no le molesta a Aida: “Caminamos muchos, vemos todo, hablamos con las personas y ellas me preguntan”.
La gente con la que se encuentran en cada parque quiere saber porqué Aida tiene un chaleco repleto de medallas: las mismas medallas que hace cuatro años llamaron su atención y que son la prueba de que ha visitado 163 parques nacionales y ha completado los libros correspondientes.
Pero viajar siempre tiene un costo. Su madre lo reconoce: “Tenemos que viajar mucho”. En Illinois, el estado donde viven, solamente hay un parque nacional: la casa donde nació Abraham Lincoln. La mayoría de parques nacionales están en Virginia, Nueva York, Colorado y Washington D.C. donde hay 34. “Tuvimos que viajar por dos semanas para poder visitarlos todos”, dice Norma Aida.
Aida hija lleva un diario donde escribe lo que ocurre en cada viaje. Además, anota: fecha, hora y lugar que visita. “Lo que ve, lo que pasó, lo que hizo”, dice Aida madre.
Los Frey también tienen un mapa donde van marcando cada parque nacional que han visitado. “Los parques están por todo Estados Unidos, no están concentrados en un solo lugar”, afirma Norma Aida.
El año pasado, la familia visitó El Salvador y aprovechó para visitar sitios que podrían ser un modesto equivalente a los parques nacionales de Estados Unidos: Planes de Renderos, el lago de Coatepeque y el parque de Los Pericos. ¿Viste alguna diferencia entre los parques de El Salvador y los de Estados Unidos?, pregunta El Diario de Hoy a la adolescente. “Sí”, responde, “son diferentes”. Usa ese calificativo para lo que vio en Joya de Cerén, Tazumal y en Coatepeque: vestigios de una civilización precolombina y un lago cerca de dos volcanes.
No obstante, ni la geología, ni la arqueología seducen a Aida. Ella planea estudiar historia y astronomía. Después trabajar en el Servicio Nacional de Parques de EE. UU. y escalar posiciones hasta llegar a ser la directora.
Fuente: EDH